viernes, 5 de noviembre de 2010

Dulce destino

Cuando tenia 7 años los reyes magos me trajeron un juego de comiditas de plástico...traía de todo: pastelitos, galletitas, frutas, croissants...en fín, cosas hermosas!!! Yo tenía mi jueguito de té que me había comprado la abuela en una juguetería del centro...Tacitas y platitos diminutos rosa con dibujitos y arabescos...incluso traía su lecherita y la pequeña azucarera. Lo primero que hice cuando me levanté (a las 7 de la mañana!) fué ir a ver los platitos de pasto y agua para saber si los camellos habían podido comer y descansar y una vez tranquila por eso correr a mi habitación a servir el té para mi perrita Winnie, mis 3 muñecas peponas y, obviamente, para mí. Me sentía toda una anfitriona! Cuanta felicidad al poder compartir con mis "amigas" el té del desayuno!!! (bueno, debo confesar que Winnie se fué a la cucha inmediatamante, pero las demás se quedaron encantadas)
Más de grande, mi abuela (la de las tacitas) me empezó a enseñar sus secretos...scones, galletitas de limón, bizcochuelos...todo me parecía mágico...pero lo mas maravilloso era ver las caras de mis amigas y mi familia deleitándose con tanta dulzura.
Así que ese fué el comienzo de mi destino...amasar, decorar, hornear...hacer feliz con pequeñas cosas. Dar calidez y amor...o hay algo que llene mas el corazón?

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